lunes, 28 de abril de 2014

Andadas del pensamiento IV

Andadas del pensamiento
Avances de tesis: Prueba de resistencia


Viene andando la carreta desde lejos, sus ruedas han golpeado tierra, piedras, hoyos encharcados y hierbajos que crecen constantemente entre toda grieta que aparece; viene la carreta llena de polvo y mercancía, con su conductor concentrado: pensador del viento, evidencia del cielo y las nubes, compañero de los bueyes que paso a paso avanzan por el camino. Viene andando la carreta desde lejos con su tiempo avanzado, sorteando los laberintos del camino para llegar a su destino, andando sin saber si llegará a tiempo, sin tener una noción clara de qué ocurrirá durante su trayecto, de qué cambios se darán durante su traqueteo constante.

Es esa carreta una con su viaje, con los paisajes que se encuentra, con los sonidos destartalados que retumban a cada paso, salió sin saber bien a bien qué se va construyendo.
Su historia se puede rastrear a tiempos, en secuencias inventadas por segmentos de viaje articulados, ha andado diversas travesías y siempre es diferente. En esta ocasión la carreta se lanzó a un viaje largo con escalas sin definir, a merced del camino. Comenzó acomodada de un modo para así conseguir llevar todo mientras avanzaba, descubriendo poco a poco cómo ese acomodo fue reconfigurándose constantemente de acuerdo a las necesidades que se presentaron, desde la ruptura del eje hasta las paradas para que los bueyes bebieran agua en el abrevadero, con el intercambio de mercancías, con la necesidad de cambiar productos para la alimentación del conductor. Trasnochadas a la interperie, lluvias y fogatas, reacomodo de le elementos para que dejaran de sonar tanto, o para impedir abolladuras.
Viene así la carreta observado sus aprendizajes, Descubriendo cómo ha tenido diferentes elecciones que le han dificultado o acelerado su andar, que le muestran cómo es que detalles que no fueron observados desde el principio son sumamente importantes ahora que ha recorrido gran parte del camino, pues se huele la brisa del mar que indica la cercanía con el puerto donde habrá que finalizar su viaje. Viene conociendo y reconstruyendo sus dinámicas permanentes, confrontándose a los saberes que tenía construidos de tiempo atrás, curiosa inocente; clarificando confusiones, ahondando en unas, rebasado por otras; y sigue andando, rodando sobre sus ruedas reforzadas, con pulgas en sus bueyes, con sudores y cansancio. Rodeando lo incomprensible. Envuelta en sus experiencias que sólo fueron posibles al hacerse experiencias.
El cansancio, el desgaste es grande, y sigue, sigue avanzando, hasta saber que ha terminado. Requiere detenerse para terminar de acomodar todo, para mostrarse fresca en su arribo. sabe que aún le faltan millas largas y complicadas y, a pesar de haber realizado gran parte del recorrido aún es necesario concluir con todo ordenado. Sólo queda hacerlo, continuar resistiendo hasta conseguirlo.
Ahora después de observar cosas que necesita es momento de hacer un alto en el camino y dejar todo listo. Suena difícil, pero el camino ha entregado conocimientos que permiten que todo pueda amoldarse a pesar de la falta de claridad que hubo en un principio. Suena, suena la carreta, canta procesos interactivos.

Re-educación sociológica
Revolución Fantástica

jueves, 10 de abril de 2014

Tropezones del pensamiento II

Tropezones del pensamiento
Justificaciones de tesis: Correr


¿Cómo iba a saber que desembocaría en este canal tan agitado? Cuando decidí entrar a correr no tenía la más mínima idea de todo lo que provocaría en mí. Después de salir de la secundaria estaba dispuesto a clavarme en un deporte, o bueno, entrenarlo. Llevaba tiempo viendo con ojos raros al Futbol, el Basket me interesaba pero en mis intentos de la secundaria vi que era imposible, el Voley pues no sé, nunca le entendí demasiado, y me metí a correr. En las primeras semanas decidí que era momento de hablar con la entrenadora y decirle que quería entrar. Así fue. Recuerdo de manera aglutinante diversos momentos en mi trayectoria de atleta, demasiados como para seguir a cada uno y describirlo; tan importantes como para dibujar la línea que me lleva a recordar tanto.

Se volvió significativo correr, sus términos, las interacciones, la organización necesaria para mantener la decisión, la crítica al Fut desde una práctica activa, la conformación que apoyaba las diferentes ideas que se estaban regando y crecían, todo eso se volvió significativo. Aprendí a combinar mi esfuerzo en la forma de correr con lo que hacía, a convencerme de que lo que estaba haciendo era lo indicado y que debía comprometerme. Al paso de los años decidí abandonar el deporte, luego de haberlo retomado en la universidad con un entrenamiento cada vez más exigente. No lo abandoné por que fuera muy pesado, sino porque mentalmente tenía tantos significados que me pesaban tanto que me sentía abrumado ante el "gran encorvamiento" de la espalda. Estaba muy triste.
Sin embargo, cuando comencé a entrenar Rugby me di cuenta que la motivación al entrenar era una red que si bien se había interrumpido no estaba del todo modificada, sino que tenía refuerzos que aún ahora, a veces, me son imperceptibles (otros aún no deben de existir). De nuevo lo abandoné por las cargas mentales. Estaba devastado.
Ahora observo cómo en sueños regreso a saludar con gusto a mi entrenadora de la prepa -por varias razones que observo y otras que no percibo-, me observo en los salones de esos edificios que representaron un calvario exagerado para mi imaginación preparatoriana, y una realidad muy ruda para mi realidad en esa época. Observo entonces cómo correr además de todas las construcciones fue también el espacio donde pude acomodarme, guarecerme ante las embestidas del enfrentamiento al que me había aventado. Años después cuando empezó la caminata de las campanas vagabundas seguía notándose cómo el "un poco más", "échale, ¡ándale, ándale!" me hacía terminar la ruta, recién ahora, en un asunto que no es de movimiento de piernas sino de danza de dedos sobre el teclado para terminar un proyecto que ya está encarrerado, arrojo analogías de cerrar en una carrera donde si empiezas rápido debes ir acelerando a modo de explotar al final. Me contemplo como un sujeto en entrenamiento constante, buscando encaminar ese entrenamiento para lograr propósitos y aguantes. Resulta que correr fue muy, muy importante. Ahora estoy aprendiendo a trabajar con mi mente.


Sociologización educativa
Revolución Fantástica