viernes, 20 de diciembre de 2013

Tormentas de arena

Tormentas de arena

Estoy acá, creando mareas de sábanas con la respiración tranquilizándome, engullendo entre tragos de mezcal las lágrimas que contrajeron mi cuerpo en calambres de vacío. Estoy acá entre oraciones pausadas, bajo la luz que desaparecerá durante unos meses, durante el resto de mi vida. Me laten la sien de mi cabeza anudada, la mandíbula posee el freno de lo incontrolable, de la desilusión explosiva, del intento imposible, de la resignación absoluta. Bebo, fumo, quemo; me ausento de mis intenciones, me alejo de mi existencia casposa de las ganas de cruzar el globo, de mostrarme como un sol resplandeciente. Le cambio el nombre a la huida y la convierto en la gran búsqueda, me invento nervios y objetivos distantes para que la voz que se quiebra no desemboqué en cascadas de lamentos, en lluvias que me nublen la constante marcha de las orugas. Me acuesto sin sueño, me duermo evitando vivir la noche y lo que se pueda del día. Me sacudo mi trabajo, me enjugo los convencimientos, me suspendo en el vacío del estómago sin alimentos, en la cueva que no podrá regurgitar sus temores y dolores.

Apresuro el mezcal en la garganta, me calienta el cogote, me entibia las lágrimas, me acaricia las contracciones de mi pecho. Me acompaña cuando todo me lleva al recuerdo imborrable de cascabeles en el viento, de marometas de besos, de pisadas en el cerro.
Me escucho gritándome que arroje las tripas al tiempo que estalla el llanto, que no esconda mis truenos de sollozos para que nadie se entere que estoy al borde del berrinche, que por más que lo imagine el planeta no estallará, como tampoco mi cabeza y cuerpo sobresaturados.
Estoy aquí con una cascada de mocos, con una boca seca que se empapa de alcohol para consolar, como otras tantas veces, sus males de amor, sus observaciones de distancia, de diferencia de caminos. Y regreso despacio, encogido, cojeando, ronco, borracho, perdido, enfermo, desatendido, con el mismo vértigo emocionado por poder compartir un poco de deseos sepultados, de aprendizajes limitados, de individualidades separadas.
Y entonces bebo y fumo y quemo y lloro y grito y me callo y sigo y me escondo y me nuestro y lo intento y me canso y lo dejo y regreso y bebo y fumo y lloro y quemo y bebo y lloro y sueño y despierto como ahogado y me duermo en mar de sábanas que parecen gotas de sal brotando de mis pestañas, endureciendolas con el viento que me eleva por el cielo de la embriaguez y la tristeza. Y de nuevo avanzo sobre el mismo camino que venía andando. Avanzando, avanzando, hasta desfallecer en la arena.

Nebulosas Australes

miércoles, 4 de diciembre de 2013

De las muertes de mis muertes XX

De las muertes de mis muertes
Mi perro

Actúa de inocente,
le gusta jugar conmigo
lo hace igual que la gente
de quien es su mejor amigo.

El bruto es un demente:
estructura su estrategia,
ataca de repente
y su juego privilegia.

Observando su existencia
me explico sus manías
cuando expone su dolencia
pues quiere compañía.

Mi perro es solitario
y de eso se defiende:
coexistimos a diario.
Mi perro es un rebelde.

Senderos de Paraponeras VII

Senderos de Paraponeras
El único


Millones de pasos han compactado el camino que he hecho mío: la realidad del único es la potencia de la conclusión del mundo, de las líneas que convergen hacia la limitación individual de la consciencia.
El único son los romanos, la astrología, la informática, los celtas, los rarámuris, el pueblo mapuche, Shiva, los Asuras, el padrino, Jerusalem, las galápagos, los pingüinos, el golf, Hiroshima, Chernobyl, las catedrales, las mezquitas, la Luz del mundo, los ríos, los camellos; el único son las neuronas, la religión, la ciencia, la ética, los idiomas, la sangre, el sexo, la fauna, la flora, los minerales. La química, la biología, la alquimia, la filosofía natural.
El único es la guerra, las conquistas, las independencias, las revoluciones, las tiranías, los sacrificios, las castas, las clases sociales. El único es la vida, la muerte, los espíritus, los fantasma, los duendes, los ángeles, los buitres, la carroña, la putrefacción, las estrellas, el cosmos, el inframundo, las brujas, la Inquisición.
El único es la sombra, la luz, el helio, el potasio, la luna, las gravedad, la temperatura, la estructura, la matemática.
El único es el suelo, el cielo, el agua, la lava, el sol, la ola, el huracán, los terremotos. El único es el solo, el acompañado, el triste, el llanto, la muela, los hongos, los músculos, las llagas.
El único es el todo, la nada, el vacío, la angustia, la soledad, la compañía.
El único es Dios y el diablo y los santos y los titanes y las deidades y los espíritus y Gaia y Pachamama y Alá y Krishna y Raijin y Macbeth y el Quijote y Julio César y Tlacaélel y Bolívar y Martí y el Che y América y Asia y África.
El único es el indisoluble, el partido, el fragmento, la intención, el sentido, la verdad y la mentira.
El único es el que escribe, el que lee, el que danza, el que vuela, el que maúlla, el que rumia, el que se mimetiza en el fondo del océano, la que hace perlas.
El único es el pistilo, la corola, las espinas, los pétalos, los troncos, las setas, las hormigas.
El único es el que camina nuevos pasos sobre los caminos que han sido pisados, apelmazados, asfaltados, enrielados. El único es ese que existe gracias a la existencia que lo hace posible. El único sólo es único al formar parte del todo.

Anormalidad Incómoda
Revolución Fantástica

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Andadas del pensamiento II

Andadas del pensamiento
Avances de tesis: Comprender la lección

Parece que venimos corriendo, encarrerados. Por eso, cuando hay paros la gran mayoría, independientemente de su posición (o participación) política, se frena para hacer una pequeña observación. Esa pequeña observación justifica el paro, lo dota de sentido. Es claro: un paro tiene un sentido político, logra instalar pausas para que esta carrera en la que venimos se ponga a reflexionar sobre dónde y cómo es que se está corriendo, para dónde va.
Como universitarios estamos en un proceso formativo no sólo en un sentido académico, sino en relación con la edad que tenemos y las formas en las que abordamos los problemas. El que la escolaridad esté diseñada de un modo tan aparentemente raquítico tiene que ver con cómo es que hay un abandono importante a la educación por parte del Estado, es un Estado que sólo retoma un punto de vista muy particular... y su punto de vista no incluye un plan formativo. Es decir, cuando los universitarios dicen que la universidad no es el lugar donde se tenga que hacer paros y rollo de ese, demuestran (queriéndolo o no) que le escolaridad está desprendida del proceso formativo, porque, que nosotros como especie, seamos proclives a educarnos constantemente está profundamente ligado a lo que estamos construyendo. La universidad debería ser un espacio que también considerara esta politización que existe en el país, tanto así que a pesar de todo este desprendimiento por parte del Estado, por todo el adiestramiento al que hemos sido amarrados, existe esta politización que recorre la edad y el espacio que se utiliza.
No es difícil aceptar la premisa de joven igual a revolucionario, ni es difícil entender esta premisa cuando observamos que eso es lo que efectivamente sucede, los jóvenes están en una contradicción absoluta entre lo que han vivido y lo que siguen viviendo, entres sus yos y sus ahoras, entre lo que ustedes mayores nos contaron y lo que ustedes mayores han hecho, y al mismo tiempo entre lo que estamos diciendo y haciendo, lo que estamos generando. ¿Cómo entonces un Estado no tienen contemplado esta relación que no sólo es de los jóvenes sino de toda persona a cualquier edad, cómo es posible que nuestra formación sea tan pobre?, ¿Cómo es esto posible si existen teorías, saberes, reflexiones, intenciones para construir una educación muy de acuerdo con nuestra realidad?
¿Cómo es posible que esto suceda si el Estado tiene una Secretaría de Educación especializada en esto, si tiene investigadores metidísimos en eso?, ¿lo estarán haciendo?, ¿qué es lo que están haciendo? 
La única respuesta que nos aparece es que el Estado está teniendo otra línea, y entonces ¿cuál es esa otra línea?
Esa es la reflexión que nos toca hacer, reflexión que se puede dar cuando nos frenamos para pensar. Un paro es muy importante. 
El freno que pone un paro se convierte entonces en esa observación que produce, es esa observación que se lucha, porque tenemos derecho a señalarla debido a que también es lo que me ocurre. Es una experiencia no sólo discursiva, sino absolutamente concreta. El paro es una gran experiencia educativa que nos lleva a la formación política, y como siempre si la lección no se entendió, entonces se seguirá abordando hasta que nos quede claro.


Re-educación sociológica
Revolución Fantástica

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Mmmmhhhh

Mmmmhhhh
Las correas, la inminente locura del silencio, la insoportable enajenación del cerebro se representaba como un inmenso campo de humo, con rocas apuntando al abismo, enterradas en la profundidad del cielo, bajo cristales de hielo que enfriaban las pasiones, la desnudez del deseo.
Los gritos rabiosos, el odio, la desesperación de la imposibilidad de lo que se había imaginado se confundían con los brazos del mar que estrellaba barcos en las paredes de la firmeza, de lo sólido; ocultos en el tumulto de las lágrimas del calor hecho agua, del movimiento de la temperatura.
Las risas, las ilusiones, la alegría inmensa, se caían con los árboles derribados al comerse los bosques, al desnudar las tripas de la tierra para suturarlas saturadamente con planchas de concreto, hormigón elevado que incrementaba la calidad de vida. Las necesidades, los desarrollos, sepultaban la esperanza.
Las olas enardecidas se disputaban la noche y el día, la vida y la muerte, el saber y la ignorancia, la interpretación del todo, la posesión de la nada. La estrategia personalizada se manifestaba en las seis patas del insecto diminuto, andando sobre su piso pequeñito, insignificante, absolutamente percibido.

El sol sonaba en la madera, sonaba en las patas de los animales que salían, en las alas silenciadas que dormitaban, la noche le daba voz a lo imperceptible, a las cigarras, al aroma helado del viento. La derrota de las rocas se lamentaba con avalanchas de lodo que sepultaban casas, que mataban perros y que estremecían el temor de mis yos anteriores, de mis ancestros contemporáneos: el metal mutilado convertido en herida que desploma pueblos y resistencias, en explosiones sublevadas, en caballos robados durante el tiempo que mis madrecitas y mis hermanos aguantaban las polvaredas de la revolución que seguimos luchando. Los troncos convertidos en manos saqueadoras de las entrañas que los sostenían, el oro sepultado en masas gigantes de nubes líquidas, saladas. La tierra desarraigada que viaja en las patas de las palomas.
El sonido, el escandalo encerrado en los oídos, era la armonía de los ruidos que clamaban la existencia de las cosas, la liberación del sonido era la manifestación del silencio que convivía con el ruido, era la proyección del profundo escuchar propuesto, del canto que te conecta con el todo mostrando que la propia existencia es un ruido que existe en el escándalo liberador, en la amplitud del espacio.
Que las rocas flotantes, productos químicos del cosmos, comparten gases y conexiones moleculares, atómicas, energéticas, espaciales, temporales, inventadas, reales, coloridas, interpretadas; que las distancias absurdas son la normalidad en la vastedad del universo, en la absoluta eternidad del presente cognoscente, en la expansión de las múltiples cosas que nos son ajenas, que observamos maravillados en nuestras dos diminutas patitas de mamíferos, en nuestro límite corporal, en nuestro límite social.

El saberse nebulosa de las nebulosas, a pesar de su condición inmediata de archipiélago (con todas las complicaciones que esto puede tener y ha tenido), embriagaba la curiosidad de saber qué tantas cosas se construyen en las que nosotros llamamos nebulosas. Y el arcipiélago habla y calla, platica y escucha,  existe observando, conectado a las absurdas distancias, acortándolas con su canto, con su expresión maravillada a la existencia misma. El mundo ha vuelto a sacralizarse.
La roca, después de haber observado cómo la espora se supo hongo, se reconoció en ella, y en la tierra, y en sol, y en el universo, y como luna, y como agua, y como viento, y como los ojos que la observaron. Se supo roca, como el viento se supo viento, y la luna luna, y el sol roca, y las gaviotas agua, y las hormigas humanas, y los dragones caballeros, y los inquisidores brujas, y la vida muerte y la muerte vida.

Revolución Fantástica
Nebulosas Australes

miércoles, 23 de octubre de 2013

Recordad la lección dragones, todos somos todos, todos estamos en esto. El camino se hace andando, sigamos caminando. Con paciencia e infinito amor donde quiera que se interrumpa, el camino habrá sido estupendo. Sed lo que gustéis, aferradse a lo que queráis, soltad lo que consideréis, haced lo que creáis conveniente.

sábado, 24 de agosto de 2013

Qué pasa en el mundo II/III

¿Qué pasa en el mundo? II/III

El animal continuaba lanzando
piedritas al mañana de su ayer
pequeños puentes para ir avanzando
semillas, brotes, islas por doquier.

Orgulloso el animal fue volcando
en el río del mañana su "gran" ser;
y una presa, mientras, se iba creando
atándolo en su sueño de crecer.


Teme el animal su mañana oscuro.
protege -temblando- a su presa amada:
le asusta el ruido del seco futuro...


Se oye el llanto del río en la cañada
que lamenta por las piedras del muro
su transformación a agua acumulada.

martes, 30 de julio de 2013

Andadas de pensamiento I

Andadas del pensamiento

Avances de tesis: Aprendizaje

Llegar a esa conclusión le presenta algunos conflictos: ¿cómo saber si lo que pensó es algo absolutamente empírico y que por lo tanto refleja un aprendizaje o, en un caso bastante molesto, si es obra del pensamiento que ya tenía antes sobre los reflejos del aprendizaje?, ¿cómo diferenciar las experiencias de los conocimientos anteriores; a los descubrimientos que ya se hicieron sobre LA -y SU, por estar de acuerdo en algunas generalidades- existencia?
Le conflictuaba que el conflicto se incrementara por ser ese el tema de lo que llevaba rato formándose en su pensamiento, lograba vislumbrar ciertos reflejos del aprendizaje en su vida cotidiana, en sí mismo, en diferentes edades, en diversas culturas, desde algunas perspectivas, y al hacerlo estaba comprendiendo: regresaban las cosas que ya había aprendido, esas que en su momento fue comprendiendo de distintos modos, ésas que le obsequiaban un colchón de conceptos y saberes en donde podían meditar sus reflexiones.
Lo que se dice del aprendizaje generalmente es cierto: repitiendo aprendemos, comprendiendo aprendemos, enseñando aprendemos, equivocándonos aprendemos, con dolor aprendemos, con nuestros viejos aprendemos, con nuestros hijos aprendemos; también sabemos que existen dos posibilidades en el aprendizaje, esto es el enseñar y el aprender (aprender sin h y con h: aprehensión, juego de palabras que en realidad es un intento de convencimiento para ampliar la comprensión del aprendizaje) y sabemos que ambas acciones pueden ser representadas por el que tiene el tener el saber y el que no lo tiene.
En ese saber el conflicto se incrementa porque le es imposible negar que al haber aprendido uno posee el saber que aprendió, y por lo tanto podría enseñarlo; le queda claro, incluso, que no sólo enseñamos lo que sabemos sino también lo que ignoramos (desde la transmisión de la ignorancia sobre si existe vida inteligente en otros planetas, hasta las conexiones que va teniendo el cerebro en ciertas etapas de la edad); que pertenece a un grupo de seres vivos que no sólo enseña durante evos enteros de evolución, sino que le es de suyo como especie -sigue confundido con esa idea de naturaleza que brota de inmediato, el salto para pensar en una segunda naturaleza es imposible debido que hay determinaciones neuronales que nos tienen plenamente condicionados para el aprendizaje y la enseñanza, y hay toneladas de información que nos indican que llevamos años haciéndolo y que por lo tanto es parte de nuestra cultura; más aún: que es una manera de crear cultura-. De ese modo la dupla de enseñanza-aprendizaje lo regresa a los conflictos: esta manera de pensar, esa repetición de lo que ha aprendido le permiten seguir aprendiendo (así como los leñadores aprenden a talar árboles mediante la repetición, como el monje aprende a distanciarse del sí mismo en la práctica, en la repetición); comprende como le va ocurriendo y al mismo tiempo aprende (así como el jugador de go aprende estrategia de juego en la medida en que vaya comprendiendo las posibilidades del tablero, como el maestro aprende al enseñar al educando, como al revisar sus apuntes aprendió sobre su pasado); esa dupla le recuerda como puede observar en distintos lugares que los esclavos aprendieron a actuar de un cierto modo ante el fuego cruzado de los látigos, de frente al insoportable hedor de la tortura.
Los burgueses enseñan y aprenden, los santos católicos enseñan y aprenden, los vagabundos aprenden y enseñan.
Reconoce el torbellino del conflicto: el fractal interminable que lo pierde en las discusiones; lo sabe porque lo ha aprendido: enfocarse en un punto te vela cualquier otra imagen, te encierra en el infinito del fractal y tratar de salirse del foco puede agrandar tanto la complejidad que el foco regresará irremediablemente encerrándote también en lo interminable del fractal.
Los recuerdos de sus saberes le representa entonces un colchón sumamente útil, ya que sobre ellos puede descansar sus asfixias de lo externo: "un gran problema en la sociología es su objeto de estudio" cobra un sentido que le es imposible negar y que ha aprendido a través de diversas enseñanzas, al grado de estar profundamente convencido de que eso es cierto. Ese colchón lo usa ahora como en su momento usó el que tenía en su infancia, cómo sus profesores lo han hecho, como los policías, los ingleses, los que llegan a leer esto.
Su primer problema reaparece arrastrando un gran conflicto porque tiene -aunque no sepa la razón de su "tener"- que considerar esta dupla en una relación de poder que aún no termina de comprender, pero que va descubriendo conforme su trabajo avanza. Tiene que mostrar claramente cuando habla de aprendizaje y cuando lo hace de enseñanza, sin olvidar la relación que existe entre ambas, que nunca se ha disuelto en lo concreto, sólo en lo abstracto.
Sería una suerte que el problema acabará ahí, pero no, él quiere lograr transmitir esto en su tesis; que el modo en que la escriba se preocupe por el juego "inocente" entre la enseñanza y el aprendizaje, que se parezca un juego entre sus páginas, narrándose, cumpliendo con requisitos aceptados, tratando de hacerlo bien, de ser crítico, de abogar por la emancipación por todos los medios.
Ha decidido avanzar lo más rápido posible pero tiene un pantano de aprendizaje que lo alentiza por dos razones: 1) un pantano complica el rápido avance y; 2) está tan maravillado con el pantano que quiere conocerlo.


Re-educación sociológica
Revolución Fantástica

miércoles, 15 de mayo de 2013

¿Qué es la noche, sino fiesta?


¿Qué es la noche, sino fiesta?
A la oruga roja
que camina por los tallos de mi alma,
qué se come las hojas de mi pensamiento,
que le regalo la savia de mis palabras.
A la panda roja
la que nació de una Nebulosa, 
la que bajó al sur, abajito a la izquierda,
A la gota de agua,
burbuja, nido de gorriones,
néctar de jirafas.

Todavía en la noche iba diciendo el bufón de madera, flotando río abajo, juegos de palabras que rimaran entre ellas. Las teñía de verdes violetas, de juncos, de estrellas.
Empapado por las praderas, por los barrancos, navegaba el bufón de madera, con su traje de pintura hinchada desbordaba risas de agua. Mantenía una constante de giros que cambiaba de velocidad dependiendo de los remolinos de la corriente.
Había tomado el camino a casa después del gran evento de la cima, estaba agotado y sudando granos de arena, sus pies negros descascados descansaban mientras su jolgorio de frases hilarantes llenaba el corazón de los árboles.
Bajaba como bajaron los toneles vacíos de ron y vino, bajaba, así como la lluvia cae del cielo a la tierra, como las parvadas anuales de especies infinitas recorren el sur y el norte, como la lava que, no pudiendo subir más con el impulso de su erupción, se derrama en la piel de la tierra, sobre sus curvas elevadas, sobre sus muslos de praderas extensas, con copos de ceniza y nubes de calor.
Bajaba, el bufón de madera, de las raíces a las copas, del tiempo al espacio.
Sus cantos se movían por laberintos de madrigueras, por nidos y refugios; bailaban las hojas con el viento, la yesca con insectos, la resina con la corteza.
Eran cantos de sandía, remos de festejo, impulso de alegría.
Viajaba en rápidos, ya en la noche, el cantarín bufón de madera, viajaba en llanos de agua tranquila, el bufón hinchado de madera, llegaba pronto a las fauces del mar, el bufón, colmado de festejo y ron, hecho de madera.
Tras de él, fuera del río, bajaban pasos hipantes de ron, bucaneros animales, jirafas y mapaches, hormigas y polluelos, colibríes y dragones, insectos, insectos y más insectos, caballos, buitres, ratones y pelícanos; bajaron también gotas de agua (borrachas como una alberca), chanchos feroces y tiernos lobitos, peludos lobitos.
Tropezando bajaron, bailando con las hojas de los árboles, con la luna brillante.
Borrachos bajaron, cantando con los moscos incansables, con el polvo escandaloso.
Contentos bajaron, siguiendo al bufón de madera, festejando, divertidos; rodando bajaron, felices bajaron... todos los años bajaron, bajaron y bajaron -y seguirán bajando mientras vayan subiendo-, porque los años, son como el agua, se evaporan y llueven, y nos mojan, y se secan, y nos riegan y nos enferman y nos llenan de hongos y no se detienen aunque parezcan estancados, así son los años, vienen y vienen y vienen, a veces en lluvias que bailan y son escandalosas, a veces en olas continuas que respetan nuestra playa, o no, a veces en chorritos que se van desapareciendo, y otras en continuos golpeteos que nos erosionan y nos marcan surcos en la piel.
Y todos ellos bajan, bajan después de festejar que del cielo estrellado, de las cavernas de las montañas, ha nacido otro año nuevo, otro más con el que se puede bailar, cantar y todas esas cosas. Otro más de nosotros que se encuentra como que perdido entre tanta nieve y cielo, y que lo entiende todo cuando ve que viene subiendo, del mismo modo que bajan -fiestas, bromas, borrachos- esos compañeros, los otros años que ya se han adelantado.

Revolución Fantástica
Nebulosas Australes

miércoles, 3 de abril de 2013

Mi origen

Mi origen

Conocer mi origen: tu costilla.
Humanos recuerdos, albores de evos
Bellas estaciones de mundos nuevos
conviviendo en risas su tierra brilla

Alza el puño -oh, no- la ardilla te chilla
ojos repletos de sueños longevos
besos lejanos: consuelos placebos
Hiede, ¿y?, ¡arriba el puño!, arriba la grilla

Nubes del cielo, lecciones del viento
distante estás, bajo el cinto de Orión
Los pies en el pasto, así yo te siento

Ambos aislados: es mera ilusión
unidos al mundo al ciento por ciento
vamos urdiendo la emancipación.


Nebulosas Australes

viernes, 8 de marzo de 2013

¿Qué pasa en el mundo? I/III

¿Qué pasa en el mundo? I/III

Ellos me lo contaron -apresurados, a gritos-. Me persuadían para que lo viera: El mundo se conforma por relaciones.

Me lo contaron mientras caía vuelto catarata -sonido colibrí de la  ráfaga de viento-, entre gritos de truenos y meteoritos. Me lo dijeron en nubes de susurro -hongos nucleares- en centeno y trigo. Apresurados me persuadieron. Denunciaban que lo supiera, se hicieron mi cerebro y el cerebro de mi primo. Me lo dijeron con tratados, con loros indocumentados; lo escupieron en helio, galaxias: hielo.

Me separé atecnologizado por el conjunto.

Abrumado por la compañía brotó del interior la magma de mi cuerpo, vómitos de lava sumergidos -acaso carcomidos- en el tuétano de las raíces.

Ellas me lo contaron -a gritos las soledades, apresuradas las convivencias-. Ellas lo hicieron y yo con ellas: las-otras y nos-otros.

Silencio es escándalo; es: relación recíproca.

Ellos me lo gritaron mientras me estaban leyendo.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Sendero de Paraponeras V

Sendero de Paraponeras
...

Léeme el tiempo en la espalda y condúceme a los nubarrones del sueño; contén mi grito ahogado con el perímetro de tus brazos. Brilla el sol de tu sonrisa reflejándose en la luna de mis ojos.
En mi norte está haciendo frío y añoro tu sur caluroso.

viernes, 1 de febrero de 2013

Ascenso IIII/IIII

IIII. En el viento
Archipiélagos del cielo

Los dragones viven entre las nubes
surcan el cielo y se acercan a espacios sin espacio.
Las nubes son dragones
que el cielo surca con el viento.

Son tornados que tormentas
en los labios del subsuelo.

Los dragones son granizo terminado
son truenos y relámpagos.
Danzantes de los dioses; compañía del rayo.
Son olfatos de los cardos,
Cascabeles del viento, son
gigantes alados, gitanos desarmados.

Son las nubes, las mareas
de las cumbres, de la siembra,
son del tiempo, del campo
hermanas -capas- de estrellas

Son canciones de ríos subterraneos
son la sal que le falta al oceano
Son viajeras del monte, -nómadas-
madas salteadoras de senderos
pícaras hormigas-gotas de aguaceros.

Las nubes viajan sobre las montañas
encima de las avalanchas,
sobre los mares, sobre velas y lonas.
Viajan montando los dragones
sobre el mar de piratas bribones,
de asesinos de asesinos.

mulos de pasados abrazados
Estratos de los fósiles de tu cuerpo
Nimbos soñadores sobre tu mente
Cirros anteriores a tu muerte.

Hongos del cielo, setas, borregos;
azufre de volcanes, susurro de lava en el agua.
De mosquitos, ángeles infanticidas;
ceniza, humo, radiación, poema.
Canción, reflejo, sombra.

Nubes son las cataratas de los ojos.
Nubes la neblina -silueta de fantasmas-.
Son nubes las conquistas de las selvas.
Sexo ardiente de huracanes del planeta.

Las nubes son la unión de la vida en el cielo
las cuerdas tensas del riego de la tierra
esponjas vivas que se dejan mover
para poder moverse en el tiempo.

-No, montaña: las nubes son nubes
no montaña-. ¡Las nubes son nubes!
Las nubes son nubes: no montaña;
Las nubes son nubes, ¡no!, montaña.

No, son viento, no barranca,
no son fuego, no, son agua.
Las nubes son nubes, no montaña.
Las nubes son dragones, no avalancha.


Revolución Fantástica

jueves, 31 de enero de 2013

Son estos mis ojos

Son estos mis ojos


Son éstos mis ojos los que ven a lo lejos tus ojos
son éstos mis ojos los que se doblan en el horizonte
son éstos, pequeños hijos de la noche
susurro de las estrellas, los que cantan canciones de nubes
espaldas de distancia, sonrisas coronadas.

Son éstas mis manos las que viajan a tus manos
y éstas son, mis manos, las que comen helado.
Son éstas, pequeñas manos, lectoras insostenibles
las que platican con esas, maravillosas manos, lectoras inquietas.
Caracoles de nubes.

Son éstos mis pasos, pasos de baile distante,
que bailan tus pasos, pasos de baile cercano.
Son éstas mis horas nocturnas
las tuyas horas diurnas.

Canciones desnudas, canciones con ropa,
canciones abiertas, canciones coquetas.
Son éstas mis nubes, reflejo de cascadas,
son éstas, ternura, las olas del alma.

Revolución Fantástica
Nebulosas Australes