viernes, 16 de marzo de 2012

De las muertes de mis muertes XVI

De las muertes de mis muertes
Movimiento

A Reijseger, por la almohada,
y de nuevo a Herzog,
pero ahora por el sueño.

Talón, empeine, dedo, salpica.
Chispa, humo, leña, danza.
Silencio, susurro, historia, carrera.
Formas, sombras, tiempo.

Maraña de animales convertidos líneas,
Memoria, comunicación, cuentos.
Espirales de sueños, conjunto de generaciones
Pisando el mismo suelo.

Entre irrelevancias e interpretaciones, sondeando con murmullos, explorando los milímetros, degustando las preguntas, acercando las respuestas diferentes, o las preguntas equivocadas. En profundidades de profundidades, en relieves del relieve, entre gotas y cristales, entre huesos y cadáveres, germinando flores de piedra, sembrando posibilidades de saurios.

Presiento risas de sublimaciones, desacatos instantáneos que rayan las paredes con garras y palos, con conservación sin conservadores, con uñas fabricadas, con picos construidos, con flautas esculpidas. Donde el señor es el caballo y el lacayo ese que los vislumbra, donde la lluvia se cuela entre las rocas y el humo se dispersa en techos dimensionados. Presiento diferencias entre pasados y presentes que se acogen en la memoria y motivan los acordes del piano, las voces deformadas por ecos de catedrales naturales, cánticos de guerra que señalan horizontes no medibles, ratas de alcantarilla que han sido presas de carnívoros que no conocen el desagüe forjado en hierro.

La luz que destella como loa de juglar inexistente, como broma de bufón sin rey, como meñique torcido que se apoya en la roca.

Me genero en pieles que me cubren, en antorchas que consumen combustible tan viejo como la mano que lo sostiene, olvidado del tráfico, de los trenes y las vías, del arroz hecho paella, o moros con cristianos, olvidado del sueño americano y del sueño de generales, fervientes creyentes de tronos y de sillas, de guerras inmortales, de desayuno en loza de cerámica. Sin esculturas de mármol, sin estrellas invisibles, sin faroles parpadeando entre lozas de cantera.

Puede el sol danzar dentro de una cueva siempre que las muestras del ingenio permitan narrar imágenes de la mente, con sus pausas y sus acentos, con exclamaciones y curiosidades; puede el sol lanzar llamaradas curvilíneas y esporas de luz-viento, puede el sol ocultar su canto a profundidades del océano, a camarotes escondidos sin vitrales, a recámaras sin almohadas, o sin sexo entre las sábanas. Puede el sol ocultarse en el horizonte y dar sus saludos a la luna, puede el sol generar almanaques y algunas partituras, deseos de grandeza y desplomes de Ícaro, puede iluminar el cielo y armar auroras australes. Puede el sol o el hombre, puede el sol o el rinoceronte, puede el sol o la mariposa, crear una corriente de necesidades.

Soy un grano de arena,
No del basto universo,
Soy un muro de trinchera,
No de un enfrentamiento,
Soy el ruido de los árboles,
No talados para el campamento,
Soy el caimán y el ave,
No ahogado, no cayendo.

Me mantengo en la impresión de las paredes, me mantengo en la impresión que te genero.

Anormalidad Incómoda
Revolución Fantástica

lunes, 5 de marzo de 2012

De las muertes de mis muertes XV

De las muertes de mis muertes
Estela

A los intrumentos
por acompañar a los insectos

El cometa deja una estela de polvos y gases, son rastros creados a partir de su necesidad circundante, los cometas regularmente son con su estela; son esa fotografía en movimiento que se sigue como movimiento inamovible, diferente al calor terrestre que se expulsa en entrañas por ríos de piedra hirviendo, distinto al tiempo intermedio, a la gota que suplica, que confunde y atrapa a pequeños voladores que creen poder alimentarse del néctar, no tanto por percepción, sino por una seguridad otorgada a acontecimientos similares tratados con anterioridad y que no presentaban diferencia circunstancial...................
Gajos de luz que se filtran como líneas danzantes entre la obscuridad y la captura indiscreta, destruyendo todo pensamiento distinto al que se sostiene, levitando en el aleteo de millones de insectos, marcando corrientes entre semillas flotantes, con prismas de elocuencia vedada por un instinto que genera un círculo que se recicla y que funciona..................
Un cometa jamás será un asesino en serie que deja tras de sí elementos de su existencia, manchas de sangre o últimas miradas, jamás se peina con moralidades o con desviaciones que generen ruido. Es ese sonido que permite el silencio, aquél que se escapa del escándalo a pesar de su escándalo porque se recuesta en la distancia, como piedra generándose en los océanos, entre espasmos de temperatura, en un constante vaivén de vapor sofocado, abriéndose camino por un cuerpo que no se abre sino que se aparta, como cuando el acero forjado separara la carne de dos cerdos muertos colgando boca abajo y ambos repiten los mismos gestos que preparó el golpe en su vientre.....................................
Ese cometa, que pasa sobre cualquier cosa que podrías llegar a tocar, deja una mueca que ni todos los que se sienten capturistas de la verdad pueden representar en tantos registros tan ligeros de fotoperiodismo barato que abruma el tiempo en el que convive la música trasladada en bits y que suena en múltiples aparatos, o escenas de teatro reproducidas en pupilas distantes del tiempo y espacio donde se originaron...................................
Esa estela se deja de pensar en estos tiempos donde todos quieren hacer registros de todo y el observador de madrugada suspira por líneas fuera de papeles, trazadas en las constantes de rios y cometas, por ilusiones corpóreas de aleteos veloces, por hilos al viento de papalotes libres mezclados con ramas y nidos, de rugidos sin retorno vomitados por rayos que hacen cimbrar vitrales de iglesias sin rezar registros de platicas divinas. Se deja de pensar mientras una exaltación desenfrenada tira del escritorio papeles y lápices, y sale corriendo de la habitación para mostrar un mueble perfectamente ordenado extinguiéndose como un reguero de pólvora..............................

Anormalidad Incómoda
Revolución Fantástica