domingo, 26 de diciembre de 2010

De las muertes de mis muertes VII

De las muertes de mis muertes
Desesperación

¿Cómo arrancar los tatuajes del recuerdo?, ¿Cómo destrozar cada instante vivido?, ¿Cómo eclosionarme en la muerte?, ¿Cómo mierdas destazar las lágrimas nocturnas?


Desesperación de borrar algo invisible, necesidad absurda de tasajear pensamientos antes de cerrar los ojos, imposibilidad clara del grito en la madrugada, en el silencio de la alcoba.

Deseo.

Maldito deseo.

Al carajo la isla, los dragones, las mariposas, hadas, cuyos, serpientes, atletas; a la mierda los colores, los azules y verdes, los morados, los rojos y amarillos; al carajo las burbujas, las risas estridentes; al carajo todo, absolutamente todo.

Déjenme solo.
.........................Muerto y solo.

La realidad es una camisa de fuerza.
................................................................La fantasía es una camisa de fuerza.

Ambas lo son, diferentes pero lo son
.................................................................Y puedo hacer nada

Al carajo todo. Lastima demasiado.

La tinta debajo de la piel,
Con todo
el dolor
.................y
Con todas
Las cerraduras
Terminas
...................Mostrándola
Con orgullo.

Con orgullo
..................... destruido
Desvencijado
Roto
..................... Muerto
Alegremente
..................... Triste

Involución Fantástica

sábado, 18 de diciembre de 2010

Un dragón...


... muchos dragones.

lunes, 13 de diciembre de 2010

De las muertes de mis muertes VI

De las muertes de mis muertes
Soledad

Me la pasé cantando al mar
Canciones que no pudo escuchar.
Gritando y llorando
Entre sordos y ciegos.

Me la pasé bailando
Sentado al fondo.
Me la pasé volando
Sin olvidar olvidando.

Como un gigante que juega
A pisotear las casas de la ciudad
Brincando alegre
Destruyendo todo.

Como una tos con flemas
Brindando esputos con sangre.
Como un barco pirata
Hundido y sin tesoro.

Me deje
...............suspendido.
Me deje
...............inmóvil.
Me deje
...............como me fui dejando.

Y partí solo,
Solo,
...........solo,
......................solo.
Vagando
................................solo,
Todo
.........................................solo.

Tan solo,
Tan yo,
Que por necesidad alce la vista
Llorándome solo
Y vi la luna,
Sola.
Y vi las estrellas,
...........Solas.
Y me vieron,
........................Solo.
Y estabamos juntos
..................................Nunca solos.

Y entonces caí en la cuenta que
Cantando al mar, yo me escuchaba
La arena el viento, mis yo's escuchaban
Los ciegos me oían gritando,
Los sordos me veían llorando.

Que el mar, la arena y los sordos
Que todo está solo
Que todos, solos, nos acompañamos
Y que nunca estamos solos.

Mi gigante tenía cabellos,
Y una imaginación que encanta.
Mi galeón las calaveras de la tripulación
Su bandera pirata.

Mi camino,
Descubrimos,
Son nuestros caminos
.......................................nunca solos.

Todo el tiempo estamos todos
Todo nos sucede a todos.
Revolución Fantástica

miércoles, 1 de diciembre de 2010

... y no amanece ...

... y no amanece ...

Se rompen los huevos
Y nacen los dragones.

De tanto llorarte...
Se me había olvidado llorar...

Ya no te lloro...
Y regresa el llanto.

No me digas,
Ni tú ni nadie
Que me dejaste
Por quererme dejar

Devastado,
Mujer,
Devastado,
Tú y otras me han dejado
Brutalmente devastado.

Y en estas ruinas,
En esta playa, saqueada de huevos de tortugas,
En este entierro, donde sé lo que pierdo,
En estos mares de petróleo.
Se hacen grietas.
Se hacen de tanto llorar... y llorar.

Me rompen los huevos,
Y regresan los dragones.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Noble Doña Gusana

Noble Doña Gusana
"He aquí una espléndida revolución,
si sólo tuviéramos perspicacia para observarla."
Hamlet

Mi primera muerte fue en mi cumpleaños número ochenta. Llevaba planificándolo desde mis veinte años. Amanecí coherente, viví coherente, la locura nunca fue un diagnóstico médico. A los ochenta había escrito ya mis obras, tenía una reputación respetable y las discusiones que había propuesto ya habían sido superadas por mucho, seguía contando con los beneficios que la intelectualidad me había proporcionado.
Gozaba de salud, tenía una vida construida exactamente como había querido, caminándola, completamente mía.
Recolecté los libros de la casa, leí algunas citas, puse muchas películas simultáneamente, encendí un cigarro, abrí una botella de rompope, y tiré varias docenas de fotos en el piso. Puse música, un poco de todo. Monté el escenario.
Preparé la cuchara, encendí la vela, llené la jeringa, agarré una cinta, la até a mi brazo.
Morí de sobredosis a los ochenta años. Mi esposa me encontró muerto, con la aguja clavada en el brazo, con la casa tirada. La fiesta de esa noche no se llevaría a cabo.
Las preguntas en el funeral se dirigían a la razón de mi muerte.
El velorio fue brutal, entré en mi ataúd con la marcha funebre de Chopin, terminando sonó Oiga doctor de Sabina, todo el velorio tuvo música de fondo, temas elegidos por mí para mi velorio.
Mi esposa respetó todo lo que le escribí en la nota de la cocina, desde que leyó esta narración supo que iba en serio, supo que así tenía que ser.
Mis nietos comentaron en la escuela que su abuelo había muerto de sobredosis, los periódicos hablaban de suicidio.
Desde los veinte años decidí que iba a morir justo cuando yo quisiera morir, en la edad de los grandes. No era suicidio.
Quería vivir la sensación de morir por sobredosis. Mi vida estaba completa.

Mi segunda muerte fue en cualquier momento, me tiré de un edificio de treinta y cuatro pisos. Mientras caía grité: no caigo, vuelo.

Mi cuadragésima octava muerte fue en una ruleta rusa, conseguí un revolver y lo llené, morí al primer disparo, mi nuca se destrozó cuando la bala entró por la boca.
Mi cuerpo se quemó y se redujo a cenizas en el crematorio.
Mis padres lloraban, mis amigos no lo entendían, como era posible que una persona tan alegre y con tanta vida por delante hubiera decidido suicidarse.
Resulta que no era tan alegre. Sólo veía la muerte por delante.

Mi duodécima muerte fue inesperada, lejos de todos mis conocidos.
Cuando por fin lograron traerme al país, mi cuerpo ya estaba en un estado de putrefacción inconcebible.
La marcha triunfal de Aida sonaba en el entierro. El ataúd era una simple caja de madera.
Me enterraron sin velorio.
En la lápida se lee aún: Muerte, nos lo arrebataste inesperadamente. Te extrañaremos.
Mi familia se enteró que en ese viaje había conocido a mi hijo, tenía ya veinte años.
La historia era simple, en un viaje de cuando tenía treinta y un años estuve saliendo con una chica. Ella sabía que yo no quería tener hijos ni casarme, al parecer el enamoramiento fue tal que decidió embarazarse de mí antes de partir. El niño creció sin rencor hacía su padre, su madre nunca habló mal de él.
Yo había regresado a dar una conferencia y terminando un chico se presentó como mi hijo. Todo coincidía. Ese día platicamos por horas. Saludé a su madre.
En la plática le comenté a mi hijo que en mi velorio quería que sonara Verdi con sus trompetas.

La muerte del verano siguiente fue en la selva. Estaba en mi edad madura, me despidieron del trabajo y había pasado varios años buscando un nuevo empleo.
Las letras me mandaron a la selva. Ahí logré construir una especie de refugio sobre los árboles.
En las noches escuchaba ruidos desconocidos para cualquier citadino. Me acostumbré al calor y a la humedad de la selva más por necesidad que por gusto.
Hacía fogatas en lo alto del árbol, comía insectos y algunas frutas de los árboles.
En mi luna llena saqué de mi mochila una caja, la abrí. Había un "gato risón", mi dedo índice se posó sobre su sonrisa y adhiriéndose a ella lo llevé a mi lengua.
Guardé todas las cosas, apagué bien las brasas. Observé al sol por última vez, miré cómo se iba hundiendo en el horizonte mientras el canto de pájaros y demás ruidos de alimañas llenaban el ocaso.
Pasados aproximadamente treinta minutos, descendí del árbol.
Las ramas empezaron a divertirse, a pintarse de morado, las hojas de azul. Las hormigas caminaban en dos patas, los moscos inyectaban mercurio, sonidos de tambores martillaban la tierra. La selva estaba constituida en miles de colores.
El viento suturaba mis pulmones, mis pies andaban en materia húmeda, pastosa, hecha de gelatina. Las plantas me ladraban al pasar.
Platiqué sobre el futuro y las posibilidades del individuo mientras las navajas caían del cielo, recordé la insuficiencia de la naturaleza en la ciudad cuando tres millones de monos me aventaron frutas podridas y nueces. Perdí la apuesta de vuelo contra un murciélago.
Un gato de patas coloradas, lengua verde y sonrisa negra me comentó que la característica de lo tangible se pierde en la contingencia, que el cielo se convierte en un paralelepípedo siempre que las curvas ascendentes completen sus emisiones en aromas. Le respondí que sí.
Me arranqué las botas, me quité el dedo, rompí mi quijada, perforé mi riñón, coagulé mi cerebro, corté mis aletas. En el último respiro me puse a cantar, suavecito, ligeramente, cerré los ojos, y vi, dentro de mis párpados, explosiones en todos los sentidos, lágrimas expansivas, sinfonías al tacto. Sentí sus garras y sus colmillos.
Dejé todo.
Lo dejé en el canto de las letras. Nadie te creería.

Mi última muerte aún no sucede.
La espero ansioso.


Mi muerte quinientos trece sucedió volando, algún hombre logró verme y decidió que tenía que cazarme.
Fue una persecución de meses. Al principio sólo había detectado la zona en la que estaba, la tecnología le ayudo a encontrarme. Localizó mi isla, vio los mundos que interactuaban, descubrió a todos los dragones, las rutas de los viajes compartidos. Conoció de cerca los medios en los que se organizaba la isla. Los aspectos de los distintos dragones, conoció a las hadas, a las mariposas, a los cuyos, a las serpientes, a los pájaros, a las cochinillas, a los cerdos, los pescados y los demás animales que habitaban ahí, identificó que existían otros espacios parecidos a mi isla, de repente jardines, en momentos infiernos, a ratos libros. Espacios en el espacio.
Él empezó la cacería y juntó hombres para seguir con la guerra cuando todos los seres fantásticos nos rebelamos.
En la cima de la montaña se encuentra una inscripción:

Los Hombres matan dragones, los Hombres matan todo.
No dejemos que nos maten. ¡Muramos!
Revolución Fantástica

miércoles, 10 de noviembre de 2010

De las muertes de mis muertes V

De las muertes de mis muertes
Miedo


Miedo
Miedo
Miedo
Miedo.

Al borde de las lágrimas,
Parado en su frontera con el precipicio.

Miedo
Temor a la presencia
Al recuerdo.

Miedo
Miedo.

Doloroso,
Desnudo y solo
Nocturno
Instantáneo
Inesperado.

Miedo, mucho miedo.

Tortuoso
Acaparador
Extenuante miedo.

Incontrolable
Terror a la presencia
Miedo libre.

Demasiado miedo.

Revolución Fantástica

De tu ausencia en la hemoglobina

De tu ausencia en la hemoglobina

Tan efímera,
Tan perdida,
Tan suspiro.


Te tengo y te vas,
Me abandonas
Me dejas solo,
Solo,
Solo,
Solo.


Pero te respiro,
Te saboreo y te recuerdo,
Y al hacerlo, bella,
Te conecto con mi sangre,
Con mi cuerpo,
Con mi espíritu.


Cuando te tengo
Mi corazón ruge,
Mi todo te aspira.


Compartirme, totalmente.
Mi cuerpo
Mi mente
Mi yo
Es tuyo.


Quiero bombear sangre,
A borbotones
Miles de litros por segundo.
Impregnar en cada glóbulo rojo
Todo el contenido tuyo posible.


Qué mi hemoglobina junte esta ausencia
Qué el oxígeno deje de ser oxígeno
Y todo lo que respire seas tú
En cada parte de mi cuerpo.


Qué mis glóbulos rojos se conviertan en verdes.

Disculpas Ausentes
Revolución Fantástica

viernes, 5 de noviembre de 2010

De las muertes de mis muertes IIII

De las muertes de mis muertes
Infección
-Destroza mi cuerpo
Maldito cielo.
Jódeme, escúpeme.
Muerte verde
Mierda blanca.

Gime bestia, bestia perdida
Mis miembros se pudren al verte,
Mis ojos ensangrentados repelen tu mirada.
Sexo podrido
Sonrisa triste.

Tertulia rota
Garganta rota
Noche rota.

Expulsión de semen acabado
Sudor frío sin miedo
Entrecejo perverso.

-Pero permite que me acerque;
Entre mi hedor puedes encontrar diversión,
Plena desilusión,
Que mi cuerpo te regala.

Pero mantenme a tu lado
Para que el pus que me recorre
Recorra tus labios.

¿Acaso te desagrada
mi aspecto denigrante?,
¿Te espanta
mi condición permanente?

-Mátame ya cielo,
¿A qué esperas?


Revolución Fantástica

domingo, 31 de octubre de 2010

Soñé que soñaba

Soñé que soñaba

Al cosmos, por ser una gran burbuja


-Buenos días Don Lucrecio, ¿cómo amaneció esta mañana?

-Sal, lluvia y fuego. Luna, conjuro, llena.
Muerte al sentimiento, cabeza royendo adentro.
Necesito verde monte, sonrisas al viento y al horizonte.

-Újule Don Lucrecio, ¿Por qué se nos va tan lejos?, ¿Qué va a hacer allá que no pueda hacer acá?

-Busco lo preciso, lo exacto, lo busco porque es lo más lejano, pero lo más hermoso, lo mejor. Y detesto el más y el mejor. Me busco por contreras, pero porque acepto las cosas tal como son. Terriblemente confundido, como siempre, eso me da una claridad casi mística.

-No, digo, si lo pone así quien soy yo para negárselo, pero cuando ande por allá ¿qué va a pasar?, ¿Cree que le sirva?

-En la competencia de lo viejo con lo nuevo erradicar el pasado termina siendo una orientación obligada. Cuando se trata de movimiento, cuando no se pelea lo nuevo con lo viejo, evitar el olvido y recordar se vuelve un problema constante que nunca busca un finiquito. En mi yo fuera del yo puedo elegir desaparecer lo viejo y ser alguien nuevo, o no olvidar el pasado y conformarme de acuerdo al proceso como tal que vivo. Evito destruir para construir.

-Hombre hace tiempo hablaba de algo así con mi compadre Juan, platicábamos del tema en la cantina, ese Juan decía cosas interesantes, pero siempre las decía borracho, me confesaba que le salía otro sentido.

-Que el incendio me permita escuchar al fuego. Que el diluvio me deje ver las gotas. Que los gritos me entreguen al silencio.

-Eso mero es lo que pienso, platicando sacamos a colación precisamente esta idea que me cuenta mi Don Lucrecio, resulta que uno después de vivir un ratito como que le saca la lengua a la misma vida pero aún así la quiere.

-Qué se suicide el sol, necesitamos sólo la noche.

-Ni que lo diga, sólo así uno termina viendo. Pero ayer lo vi caminando por acá a la misma hora, ¿se dirigía al mismo lado?, ya lleva un rato andando el mismo sendero ¿no?, ¿Qué ha aprendido en todo ese rato?

-Cielo, vuela, nubes, crean.
Destino manifiesto,
Justamente es destino.
Rompemos lo cierto,
Cambiamos el sentido hacia lo abierto.

-Eso puede llegar a matar, pero para eso se vive. ¿Cómo es que anda Don Lucrecio?, muéstreme sus callos.

-Para entrar a un viaje fantástico he necesitado:
Saliva dada debajo de un árbol;
Mojarme entre clases;
Que bailen sobre mis pies;
Recitar poesía entre ramas;
Pintarle la cara con colores imaginarios.
Crear mi viejo viaje.

-Ya lo creo, porque sabe Don Lucrecio, al final es un hecho: terminamos siendo todos en uno, ese cielo, los huevos de los nidos, el agujero del pantalón, la bolsa sin dinero, todo termina siendo lo mismo. Todo nos sucede a todos.

-Las nubes sospechan de ti, pero solo el mar puede castigarme.

-Esos callos ya no son sólo de andadas, pues pertenecen también a sus manos, usted también agarra, los tiene por todos lados, ha usado bien su cuerpo Don Lucrecio, pero ¿Por qué sigue andando?, ¿cómo llegará estando acá encerrado?, encerrado junto a nosotros, sus compañeros del manicomio, eternamente encerrado. ¿Qué pretende?

Y con ojos brillosos, y mirada perdida, como sacando de su cabeza un tesoro desaparecido dijo: Lo que deseo, lo que me encantaría es poder gritar, llorar y gritar, fuerte, sin que alguien se preocupe, poder gritar fuerte y claro, gritar, griTAR, GRITAR, GRITAAAR, GRITAAAAAAAAAAAR, GRIIIIIIIIIIITAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR.

Dos tipos corpulentos lo sujetaron e intentaron tranquilizarlo.

Revolución Fantástica

martes, 12 de octubre de 2010

De las muertes de mis muertes III

De las muertes de mis muertes
Indiferencia

Jodida indiferencia
Que entre sombras te confundo.
Me tratas de inocente,
Mientras rompes y me rompes.

Recupera las flores,
Canto de sirena.
Que no te deje perdido
Ni el olvido ni la pena.

Jodida indiferencia
Que me rompes y me rompes.
Eres el siguiente paso del silencio,
Que ahora no me rompe ni me entierra.

Sueño aún con el viento dictando las letras que te leo.

Revolución Fantástica

Anormal

Anormal
A mis carnalitxs, por ser una parte de mí.
A las voces que me piden un sí que me obliga a decirles no.
Si no lo veo no existe.

No.

Representa lo normal, respeta lo concreto, termina con lo que estaba antes, perdona la historia siempre y cuando quede como historia. Sólo existe lo que ves, lo que se demuestra, lo que se muestra.

No.

Dice el pasado que se queda en el pasado, dice el presente que sólo vives el presente, dicen los momentos que no importan que existe un único momento, un único modo de vivir.

No.

No recuerdes, no preguntes, no cuestiones, no busques, ya todo está dado. Las cosas son como son, para qué buscarle tres pies al gato.

No.

Muévete en lo real, la realidad te dice que las cosas no pueden tener más de una explicación, la realidad es completamente racional, tú eres sólo tú.

No.

¿Por qué no?

No porque no.

Carece de sentido, haz lo que te digo, sé tú mismo, sólo tú mismo, el yo radica en tu interior, en tu espacio interno, eres una sola cosa. Eres un punto que conforma el todo, eres una parte, acomódate en donde estás.

No.

El no que dices carece de razón, carece de argumentos, el no está sustentado en silencio, en mediocridad, en un encierro absoluto de ti ante el mundo, ante el diálogo, ante la conversación que tenemos.

Mi no es porque el no me consolida como yo. No porque no; no porque yo.
Hablas y dices historia, dices sentido, pero no es el mío, la negación es una reivindicación del yo como afirmación.
Propones que olvide lo anterior, que olvide mi historia, que me sienta como algo que se encuentra en un momento únicamente, que sólo me mueva en la realidad, en lo normal, en discursos legítimos, que yo sólo soy como yo mismo, como sólo yo mismo, solo, abandonado, sin los otros, que soy un pedazo interior, incluso dices que mi yo interior se conforma de una pieza, que al descubrirme sacaré a relucir mi esencia, que mi no es un argumento sin sentido.
Y me pregunto cómo quieres que me mueva en la realidad, en lo normal, si esa realidad no me gusta, si es a esa realidad es a la que le digo no, cómo pretendes que me olvide de los otros momentos que no son éste, cómo afirmas que todo está dado si me doy de golpes contra la pared porque a cada rato estoy en cambio, porque ese momento único del que me hablas desaparece de inmediato.
Olvidar mi historia es absurdo e incompatible con lo que me ha llevado a ser hasta este momento, mi yo, ese que dices que es único, se despedaza a cada momento, se fragmenta, y se carga de sentido precisamente al recordar, al preguntar, al cuestionar. Soy el mismo que lloró en la cama de su amigo, el mismo que corrió para que el metro no nos dejara después de recibir a alguien en el aeropuerto de noche, el mismo que se ríe de estupideces en la cocina, el que se disfraza porque lo encontró ocurrente, el que ha dormido acompañado, el del nudo en la garganta, el que ve que es eso otro que hacen, levemente, fuera de lo que está acostumbrado a ver de en su convivencia, el que sabe que un viaje de cuatro horas no resulta ridículo como pretexto de una fiesta, el que sale de su casa aunque llueva para llegar a un lugar siendo completamente irracional, el que se emociona por compartir algo que le gusta, el que se desvela, el que se enoja y se reconcilia, el que juega en casa ajena para quitarle la pistola al otro, el que inventa tácticas para disparar balas imaginarias, el que está en las fotos, el que ve pasar semáforos borrosos mientras es escuchado, el que insiste para estar un rato acompañado, el que ve en el otro un otro, incluso en su sí-mismo, que les pone apodos, el que no entiende que pasa con el otro y se lo pregunta, el que se calla sus cosas, el que logra expresarlas, el que dice que es cualquier cosa, el que compite por treinta antes de los treinta, el que se sabe roto sin sus otros, internos y externos.
Soy el que se fragmenta en cachitos, el que se presenta de distinto modo fuera de sí mismo, el que dice que es un dragón, pero que bien puede ser nombrado por su apellido, o por cualquier otro apodo, el que difícilmente presta su casa aunque quiere hacerlo, el que aprende que el silencio también es una forma de hablar, el que tiene otra vida que no es idéntica en ningún lugar en el que está parado.
Soy precisamente porque no soy. Soy yo porque no soy lo que dices que debe ser un yo.

Te mueves en paradojas, te niegas al decir que existes, razonas con el no, cosa imposible.

Es eso lo que intento decir con no, es justo eso lo que afirmo cuando me nombro anormal, cuando digo que no soy un ser humano, sino un ser fantástico, un ser que tiene de suyo el no existir en el mundo común, de estar y no estar, de ser ruido en el silencio y silencio en el ruido.

Nada de lo que dices tiene sentido.

No, no lo tiene.
El no no es justificado, es simplemente un no que habla de un consentimiento ilegítimo, es la nula existencia. La nula existencia de tu sí.

Es irracional lo que me dices. Absurdo.

Sí.

Danza Cósmica
Disculpas Ausentes
Revolución Fantástica

Tres viajes

Tres viajes

Se anudó la corbata bajando del automóvil, llegaba con diez minutos de retraso, en la entrada habían varias personas, con paso decidido se acercó a la taquilla improvisada, pagó y aceptó el sello que ponían.
En un escenario de madera cuatro personas de entre dieciocho y veintiun años tocaban para la fiesta, eran los segundos en salir, muchos de los que se encontraban en la fiesta los conocían.
La guitarra y el bajo acariciaban a las ideas de los borrachos, el teclado alertaba al sonámbulo eterno, al nocturno que iba a todos sus “toquines”, el saxofón imprimía un toque bohemio que masturbaba el viaje de los pachecos.
El único de traje era él, todo el ambiente tenía mezclilla desgastada, sudaderas con gorro, mujeres con blusas holgadas, sin sostén, tenis, botas, huaraches. Sus zapatos estaban perfectamente boleados, su cabello engrasado resplandecía con las luces amarillas, pantalón sastre; chaleco, camisa y saco.
Mientras el solo del bajo sonaba, sacó un cigarro delgado de una caja metálica, lo encendió con una cerilla e inhaló su primera bocanada. Siempre fumaba cuando iba a ver nuevos grupos.

-Me pareció magnífico, en serio chavos, tienen mucho potencial-
-¡¿En serio?!, no pues gracias-
-No les quiero adelantar nada todavía pero después de que les muestre el material que me den les puedo asegurar que será muy sencillo, realmente son estupendos-
-Pues mira te paso mi número, a mí es al que seguramente encuentras porque ahora no estoy estudiando, te pasamos estos demos, el pedo es que son caseros, pero pues se escucha lo que hemos estado trabajando, sale pinche “Pelos” dame los demos para que se los lleve de una vez, no te tardes pendejo-
-Pues tienen mi tarjeta, yo les llamo mañana mismo. En la disquera estarán muy contentos, desde que salió la iniciativa la cacería de talentos nuevos está fuerte y para nosotros es de vital importancia conseguir grupos como ustedes. Un placer y ya saben cualquier cosa tienen mi teléfono.

-Era un tipo que trabaja en una disquera, te juro ma que nos cayó del cielo, andábamos acá en al fiesta del “Sefer” y pues de repente sale este cuate y nos dice que le latió lo que tocamos, que nos puede conseguir un contrato y que con el material que tenemos sin pedos sacamos un disco, está bien chingón (mijo no hables así), y ahora nos acaba de llamar y dice que quiere reunirse con toda la banda. Somos unos cabrones, a huevo-
-Ya te dije que no me gusta que hables con groserías, no es de buen gusto-
-Hay jefecita, como si eso ahora fuera importante, lo chido acá es que el cuate éste nos podría hacer el paro para llegar a algo más interesante, podría ser el principio de nuestras carreras-
-Hay mijo, y mírate, todo desarreglado, con las uñas sucias, con el cabello largo, pareces vago, ¿cómo vas a trabajar así?-
-Chale jefa pues de eso se trata, de andar así, como somos, es un trabajo chido-

-Güey ya junté el varo para comenzar, si el pendejo del “Chinos” ya tiene el varo pues ya la armamos, con eso sale para la sesión de fotos-
-Simón “Erizo”, acá el “Chinos” ya me dijo que tiene el varo, el Javier ya me pasó su resto y pues el tuyo y el mío yo los tengo. Ya chingamos, va a quedar de poca madre el disco.

La música había gustado a los tres entrevistadores, eso les pareció aceptable porque había otros grupos afuera que estaban esperando.
La respuesta fue afirmativa. Comenzar a grabar lo más pronto posible, la sesión de fotos y todo quedaría listo.

Después de largas pláticas decidieron que la idea de las fotografías no los convencía, preferían que la sesión fuera más costosa y ellos pagaban la diferencia, el primer álbum tenía que marcar la primera huella.

-Wey, deja esa pistola, luego las balas se pierden y mi carnal se enoja.-
-No mames, ese idiota nos chingó el varo, nos creímos toooooodo.-
-Sí güey pero con una pistola de bullets no vas a cambiar nada-
-Debería de ser de verdad, le di todo mi dinero, ¡qué poca madre!
-No digas pendejadas-
-Chale, te imaginas jugar ruleta rusa-
-Idiota no te dispares, si duelen-
-No pasa nada-
-Ándale pendejo hazlo, hazlo hasta que la bala perfore tu entrecejo.-
Disculpas Ausentes
Revolución Fantástica

martes, 7 de septiembre de 2010

Volar

Volar

Revientan burbujas al llegar a lo alto, su vuelo resulta ser inconsistente, su magia es esa. Los colores, las gotas que desprenden, mojan y dejan residuos difíciles de quitar. Y así se salvan.
Las alas te obligan a estar más tiempo en el aire, te obligan a descubrir las corrientes de aire. Los momentos difieren en los vuelos, uno tiene su extasis en la lectura, mientras otras pompas de jabón danzan en el aire y son efímeras. Todas las palabras y las formas de actuar muestran elementos relacionados con su modo de ver el mundo.
Y es precisamente en ese sentido cuando al respirar uno se asquea, uno que vuela por horas, uno que juega en el aire y se despeina con las tormentas descubre que los vuelos son distintos, que los viajes siempre difieren, y que el aire está lleno de todo, y ese todo representa su nada, y aprende de la nada. La sabiduría obtenida no depende en lo más mínimo de su razón, sino de su convivencia con lo que lo rodea, con aprender de los otros vuelos y jugar con éstos mientras gira en el aire en su propio viaje, en su propio vuelo.
Cuando se vuela por más rato uno descubre que mientras vuelas puedes escribir historias, contar cuentos, imaginaciones vivas, realidades trazadas, reproduces tu vuelo con tu mismo vuelo, lo disparas como escopeta, con miles de perdigones en el aire.
Pareciera que el mundo se desploma en una paradoja incomprensible, y esque es tan verdadero que las cosas son y no al mismo tiempo que los discursos de identidad te dejan aplastado en el suelo. La realización de uno depende siempre de otro, y de uno mismo a la vez. Te sientes congelado pero te mueves, y no es un congelamiento de viejo indecente, ni una levedad checa, ni algo roto por Sartre, ni vocaciones suspendidas, ni amores chiapanecos, ni pedros ni capitanes, ni tácticas ni estratégias, ni imagen ni semejanza, ni cegera blanca, ni islas desconocidas, ni macondos, ni mamás grandes. Nunca es lo de los otros, pero siempre es eso, porque las cosas son y no al mismo tiempo.
Son tus antiguos miedos, esos peces nadando en la misma pecera año tras año. Fantasmas, calaveras, diablos, vampiros, resacas y viajes, miles de viajes.
El llanto es risa, la risa es llanto, las calles se caminan con lágrimas en los ojos y con ganas de vomitar en las esquinas, con asco, con nausea, y una felicidad desbordante por estar triste y ser triste por estar así, felicidad triste.
Los parapetos cambian, cada vuelo tiene su lugar para detenerse, cada nube tiene su forma, llueve sobre mojado, relampagos en las nubes, truenos que ensordecen, sol del amanecer, y del crepúsculo. Miles de atardeceres principescos.
Y se buscan olores para el recuerdo, y se buscan ojos para el recuerdo, y se busca todo para el recuerdo, para meterlo en la caja negra de la vida, para poder releer las cartas cuando se tenga tiempo libre, para sonreir con el pasado, para revivirlo, para olvidarlo y para saberlo pasado.
Nunca el hueco que siento puede ser escrito, las letras ocultan siempre lo que siento, completamente lo cubren, lo envuelven, lo disimulan, y esque sólo el sentirlo puede expresarlo, sólo ese temblor que me da puede decir que me da un temblor con un nudo en la garganta. Sólo yo puedo decirme yo, y los demás me dicen yo, sin decirme yo. Nada se representa fuera de sí mismo.
Pero creeme, cada que miro al viento, cada que estoy solo dos veces, con esta soledad al cuadrado, cada que me estiro en el tiempo, que recuerdo lo aprendido estoy volando a tu lado, al modo que me gusta, aprendiendo de tu modo, recordándome, elevándome, olvidándome y con miles de gritos que aún no puedo sacar.
Quizás por eso ame las carcajadas.
Quizás por eso esté llorando ahora.
"Si la angustia no tuviera tantos meses."
Cuando escribo todo lo que se acabó no se ha acabado. Es mi magia, es mi mundo.
Y ahora pienso, duerme rico, y sueña, que cuanta falta nos hace soñar.

Danza Cósmica
Revolución Fantástica

lunes, 30 de agosto de 2010

Vayan dragones, salgan de viaje, no se procupen hoy no es necesario hacer una junta, no hay nuevas decisiones para ustedes, todo sigue como sigue. Medio escondidos, un rato, en lo que pueden volar bien.

Estén en paz. No hubo errores, ni nada para reprochar, simplemente no se alineó el cosmos como nos hubiera gustado.

Estaremos escondidos un rato.

viernes, 20 de agosto de 2010

De las muertes de mis muertes II

De las muertes de mis muertes
...

Saberte,
Verte,
Olerte.
Derretirme al fin y al cabo.
Termina empezando siendo nuevo.
Sabores de sonrisa,
Elementos de aire,
Animales cuidando animales.
Intento intentar el intento.
Sin forzar, siendo.
Simplemente siendo.


Danza Cósmica
Revolución Fantástica

miércoles, 11 de agosto de 2010

Luz transparente

Luz transparente


Nace de perdición la soledad aparente.
Desnuda la ausencia el recuerdo.
Enfrenta mi mente opciones de vista.
Inquebrantable silencio escupe la garganta.

Cuando ves a través de, no ves lo que quieres ver, a menos que te des cuenta que está ahí.

Termina siendo un elemento inédito la geticulación que lo oculto en el espacio promueve en los destellos de luz que lo atraviesan, es elemento complicado que concluye el silencio en más silencio. Y es que apenas lo voy entendiendo, apenas va entrando, conocer no es, nunca es, desnudar la mente ajena, conocer no es traspasar la nula transparencia del otro.

Conocer, termina siendo sonreir mientras no ves nada. Es guardar silencio porque lo único que hay que decir es el silencio. Conocer es dejar de leer, leer al mismo tiempo. Conocer es dejar ser, es ver de que manera uno deja de remontar el vuelo y ver como lo remonta.

Olvidarse de uno, es olvidar el cosmos. Olvidar el cosmos es olvidarse de uno.

Es transparente el cosmos en mi ver diario, los goces de luz que se me presentan me lo indican en sus instantes.

Es ese momento donde llega la calma, intranquila calma (insoportablemente leve). A pesar de este alboroto, acepto al cosmos como cosmos.

Danza Cósmica
Revolución Fantástica

sábado, 17 de julio de 2010

Traducir

Traducir

La canción “I gotta feeling” del grupo The Black Eyes Peas, segundo sencillo de su quinto álbum “The E.N.D.”, grabado en el 2008 por la disquera A&M Interscope Records, fue todo un éxito…

Hay gente que gusta de intercambiar las letras de las canciones de su idioma original al idioma que se habla en el lugar donde vive para dotarlas de sentido; cuando la canción se reproduce esta gente dobla el sonido del original con el traducido.

“I gotta feeling” se cantaría en español como “yo tengo el presentimiento”.

Una traducción más burda lograría que el paso de idioma a idioma fuera más perceptible.

“I gotta feeling” se traducirá entonces como “premoniciones”.

Referencias utilizadas para obtener los datos de la canción: http://es.wikipedia.org/wiki/I_Gotta_Feeling

Disculpas Ausentes
Revolución Fantástica

Sin título

Sin título
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.......................¡Auxilio!
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Disculpas Ausentes
Revolución Fantástica

sábado, 1 de mayo de 2010

Chismes de espacio

Chismes de espacio

Sólo eres esternón y él guía tu movimiento.
Permítele que se conecte con todo, con todo por partes, sin resistencias. Permítele jugar otro papel distinto al que hasta hoy ha jugado.

Dos puntos de luz iluminan el espacio negro, la oscuridad inmensa. Dos carbones encendidos iluminan la nada, graban sus estelas, maduran sus impulsos y deambulan en el todo inexistente, en la nada vomitiva, en la profundidad que desnuda la vista y ciega los sonidos.
Permanecen danzando en lo inconmensurable, llegando a los lugares que quieren, encajándose en el otro destello, en el núcleo de luz proyectado por el otro cuerpo; punto que se estira que conforma líneas sin dimensión, superficies sin dimensión, enormidad del abismo, aplastados por la inexistencia, por el vacío, por entronques monocromáticos.
Desviaciones de pirámides circulares, de incrustaciones de diamantes invisibles por la penumbra, curvaturas del espacio por las que se pueden colar sentimientos del tiempo.
Agua. A torrentes, a gotas, a chorros, en charcos, sollozantes, necesarias. Agua.
Descripción del tiempo, impuesta por espacialidades perturbadas, infiltración de dimensiones, ataque de comandos, enfrentamiento de ejércitos que trastocan el fondo de los puntos que iluminan la ausencia de luz.
Descritos, alejados, permitidos en nada. Siempre en nada. Ruidos de fondo, explosiones, gritos, desesperación, “llegar a nada”, demasiada nada, ciegos, mudos, puntos rojos y amarillos.
Espacio que se internaliza en su propio espacio, juego de colores que imprimen devociones y rezos, calumnias de la luna, maldiciones de los mirlos, blasfemos los paganos. Miramientos de los caracoles por falta de respeto a sus espirales.
Seguridad de hacer lo quese tiene que hacersabiendo que es un momento del segmento, sabiendo que esenecesariojamás es necesario.
Imitando desde interpretando.
Duele el calor que sale desde dentro, sabe la rosa que el clavel no es rosa, pero sabe que son flor. Ennegrece el carbón que iluminó el espacio oscuro, se convierte en espacio oscuro. Desde lejos la luz más radiante se vuelve oscuridad envolvente.

Entrégame el cuerpo del caballo. Recorre decenas de leguas al día, se cansa, se muere, se rompe, lo dejas caer en su consuelo irracional, lo dejas perecer en su ser caballo, lo dejas morir en sues lo que debe ser”. Entrégame su cuerpo para que dance, para que incremente su conciencia sobre sí mismo, para que desde él pueda ser caballo. Déjalo ser, déjalo correr en pastos verdes o entre polvo. Permite que la rana croe al viento, desde su charco o su hoja, que desde ella note que sus colores la hacen ser inofensiva o venenosa. Que se encuentre en el espacio con otro punto del espacio.

Qué el suelo frene lo que el suelo frena. Qué nunca el moco sea del color que las partículas que lo ensucian le permitan.
Qué grite el sol que sólo es sol cuando lo ven sol. Que desde lejos es una estrella en el firmamento.
Danza Cósmica
Revolución Fantástica

viernes, 30 de abril de 2010

Mientras lees

Mientras lees

De tus ojos salen líneas verticales,
Mas cuando quieres, horizontales.

Luju
ria verde. Profundidad.
Telarañas de ciudades,
Postes y cables.

Al f
ondo de la velocidad,
El color
escarlata no te impide pasar.
Gesticulaciones y wara-wara's,
Expresan más que simples “nadas”
Dulce cuento de hadas.

Mariconerías,
Abrazos de sueño,
Linterna del deseo,
Charco de sábanas.

De a pasito,
De a poquito
T
ranquilo
Muchacho, tranquilo.

Danza Cósmica
Revolución Fantástica

sábado, 2 de enero de 2010

...

Deseada e inalcanzable
Pergamino de imposibilidades
Difusa en tu abandono
Querida de mis emociones.

Te pienso distante
Te observo inquieto
Te añoro perversa
Me quiero en tus brazos.

Miedo a poseerte:
Cada vez que lo pienso
Miedo a que me poseas:
Cada vez que lo siento.

Te pido en la noche
Mientras lloro a ésta que tengo
A ésta que detesto
De la que poco a poco me desprendo.

Bloqueo mental
Bloqueo de sentimientos
Oh bella muerte cuanto te deseo
Y cuanto sé que tú me deseas
Cada noche, cada instante
Y no te tengo ni me tienes
!58 años faltan¡, ¡qué tormento!
Si me apuro quizás sea antes
Si me enredo me destierro.

Muerte, te deseo
Te busco y no puedo alcanzarte
El suicidio es un beso
Morir es sólo sexo.

Espérame, que me acerco,
Yo te espero, ansioso, muerte

Quiero darte un beso, después viene el sexo.
Te espero, sólo falta el tiempo.


Revolución Fantástica